Cuidar un mesón de cuarzo blanco en la cocina no es tan complicado si sabes qué hacer. Personalmente, me aseguro de limpiar cualquier derrame inmediatamente. El cuarzo es resistente, pero no infalible. Siempre uso un paño húmedo con detergente suave, y noto que unas pocas gotas son suficientes; no necesitas más. La razón detrás de esto es que el cuarzo es un material no poroso, lo que significa que no absorbe líquidos ni manchas como otros materiales.
He leído que algunas personas prueban con productos químicos fuertes, pero no es una buena idea. Estos productos pueden dañar el cuarzo a lo largo del tiempo. Lo mejor es un simple limpiador de pH neutral. La ventaja principal del mesón de cuarzo blanco reside en su durabilidad y estética; mantiene su color y brillo durante muchos años. Justo el otro día, comparé mi mesón con uno de granito de un amigo, y el mío todavía parece nuevo luego de 5 años, mientras que el granito ya muestra desgaste.
Algo que evito es exponer mi mesón de cuarzo a altas temperaturas. Aunque el cuarzo puede soportar bastante calor, no conviene dejar una olla caliente directamente sobre él. Uso siempre un protector; es una inversión pequeña comparada con el precio de reemplazar un mesón. La relación costo-beneficio realmente se evidencia aquí.
Un ejemplo claro lo vi en una empresa local, donde reemplazaron los mesones de otro material por cuarzo en toda la cocina debido a su ventaja en cuanto a mantenimiento y vida útil. La empresa reportó una disminución del 30% en gastos de mantenimiento en el primer año. Implementar este cuidado en casa puede parecer meticuloso, pero al final, el ahorro y la estética lo justifican absolutamente.
A menudo me preguntan si el cuarzo es realmente superior a otros materiales. Basándome en mi experiencia, y en revisiones de expertos, la respuesta es sí. Un artículo que leí mencionaba que el cuarzo tiene una resistencia del 93% comparado con el mármol, lo que hace al cuarzo no solo una opción elegante sino también una inversión inteligente.